El cambio periódico de encordados en instrumentos musicales es una práctica esencial que a menudo pasa desapercibida. Sin embargo, este sencillo acto tiene un impacto significativo en el sonido, la comodidad y la longevidad del instrumento. En este artículo, exploraremos por qué se debe cambiar periódicamente los encordados de los instrumentos musicales y cómo esta simple rutina puede mejorar drásticamente la calidad de tu experiencia musical.
1. Mejora del Tono y Brillo
Con el tiempo y el uso frecuente, los encordados se desgastan y acumulan suciedad y residuos que afectan su capacidad para vibrar libremente. Esto resulta en una pérdida gradual del brillo y la claridad del tono. Al cambiar los encordados de manera regular, restauras el brillo original y la proyección del sonido de tu instrumento, permitiendo que las notas resuenen con una riqueza y nitidez renovadas.
2. Mayor Estabilidad de Afinación
Las cuerdas desgastadas pueden tener dificultades para mantener la afinación correctamente. Esto puede ser especialmente problemático durante sesiones de práctica prolongadas o actuaciones en vivo, donde la estabilidad de afinación es crucial. Al instalar nuevos encordados, garantizas una mayor estabilidad de afinación, lo que te permite tocar con confianza y sin la necesidad de ajustes frecuentes.
3. Sensación y Comodidad
Los encordados viejos pueden tener una superficie desgastada y rugosa que dificulta el desplazamiento de los dedos sobre las cuerdas. Esto puede afectar negativamente la comodidad y la sensibilidad al tocar. Al cambiar los encordados, obtienes una superficie suave y uniforme, lo que mejora la comodidad y facilita el deslizamiento suave de los dedos al tocar, permitiéndote enfocarte en la música sin distracciones.